qué enfermedades trata un naturópata? tu naturópata (malaga),mijas y fuengirola .

Una de las preguntas más comunes que recibo es si trato tal o cual enfermedad. Siempre respondo lo mismo: yo no trato enfermedades, trato personas. Mi trabajo consiste en ayudarles a recuperar su salud, que es algo muy distinto. Nos hemos acostumbrado a ver la enfermedad como un enemigo al que hay que combatir, y muchas veces eso nos lleva a pelear contra nuestro propio cuerpo. Pero hay otro enfoque más amable y natural: reconciliarnos con nuestra salud y entender cómo funciona el cuerpo cuando intenta sanar.

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Pongamos un ejemplo: ante una dermatitis, es común recurrir a una crema con corticoides para frenar la inflamación. Pero eso solo tapa el síntoma. Otra opción es buscar la raíz del problema: cambiar la alimentación, limpiar el organismo de toxinas, fortalecer el sistema inmunológico, y usar productos que no agraven la toxicidad. Los corticoides pueden reservarse para momentos puntuales, de crisis intensa.

¿Suena más difícil que usar una crema? Lo es. No voy a mentirte. Requiere tiempo, compromiso y constancia. Pero en salud, muchas veces el camino largo es el único camino real. Mucha gente ve la naturopatía como un complemento a los medicamentos. Yo lo veo al revés: la base de cualquier recuperación debería ser el enfoque natural. Sin salud no hay energía, y sin energía no hay capacidad de cambio ni mejora. Claro que decir esto abiertamente es complicado, incluso puede rozar los límites legales… pero así están las cosas.


¿Todo se puede curar?

No. ¿Todo se puede tratar? Sí. Esa es la clave. Curar implica eliminar por completo la enfermedad, restaurar totalmente la salud. En algunos casos y fases eso es posible, incluso sin intervención, porque el cuerpo tiene un enorme poder de autocuración. En otros, la enfermedad ya está tan avanzada que es muy difícil volver al estado original. Aun así, casi siempre se pueden aliviar los síntomas, frenar el deterioro y mejorar mucho la calidad de vida.

En los casos más graves, cuando el daño es irreversible —por ejemplo, destrucción de tejidos o cambios profundos en el comportamiento celular—, ya no se puede “curar” en sentido estricto. Sin embargo, incluso entonces se pueden aplicar estrategias de compensación para mejorar el bienestar.


¿Qué es realmente una enfermedad?

Desde la naturopatía, la enfermedad se entiende como un desequilibrio originado por toxinas internas (como exceso de amoníaco) o externas (como metales pesados). La definición médica tradicional, como la de la OMS, habla de una alteración del estado fisiológico con síntomas y signos conocidos. Pero esa definición no siempre nos ayuda a entender lo que realmente pasa.

Muchas personas creen que están enfermas cuando, en realidad, están experimentando síntomas de salud, es decir, señales de que el cuerpo está intentando eliminar toxinas o adaptarse. A veces lo que sentimos no es un “fallo” sino una advertencia del cuerpo: necesitas descansar, limpiar tu organismo, parar lo que te está dañando.

Por ejemplo, no digerir bien la lactosa no significa estar enfermo. Es una señal de debilidad puntual. En cambio, afecciones como infertilidad, lupus, diabetes, artrosis, asma o estados crónicos de fatiga sí representan un terreno biológico deteriorado, que tiende a empeorar si no se interviene.


Las fases de la enfermedad según la homotoxicología

Esta visión, desarrollada por el Dr. Hans-Heinrich Reckeweg, considera que la enfermedad progresa o mejora por etapas. En un extremo está la salud, y en el otro, la caquexia (fase terminal, con tumores y gran deterioro). Las fases son:

  1. Excreción: el cuerpo expulsa toxinas (tos, mucosidad).
  2. Inflamación: se activa el sistema inmune (rinitis, artritis, dermatitis).
  3. Deposición: las toxinas se almacenan fuera de las células (quistes, grasa, varices).
  4. Impregnación: las toxinas penetran en la célula y alteran su función (asma, úlceras).
  5. Degeneración: las células se dañan gravemente (cirrosis, lupus, infarto).
  6. Neoplasia: las células pierden control y se forman tumores (cáncer, metástasis).

Comprender esta evolución ayuda a ver que, por ejemplo, un brote de amigdalitis durante un tratamiento para el asma puede ser una buena señal: el cuerpo está eliminando toxinas y retrocediendo de una fase degenerativa a una más reactiva.


Conclusión

Necesitamos ampliar nuestra comprensión de la salud. Tanto si estamos en una fase inicial de desequilibrio como si estamos en una etapa avanzada, siempre hay margen para mejorar. El cuerpo tiene una capacidad impresionante de recuperación si le damos lo que necesita: buena alimentación, descanso, limpieza, conexión entre sus sistemas…

Salvo en muy contadas excepciones, siempre se puede hacer algo. Si sientes que ha llegado el momento de cambiar de enfoque, estaré encantada de acompañarte en ese proceso.

FRANCISCO J. GUZMÁN SEDEÑO

CONSULTA DE NATUROPATÍA

centrodesaludholistica1@gmail.com / 613 942 334 ( WhatsApp )

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